Ahora que estoy viviendo en Osona tengo la oportunidad de ver (y oler y escuchar) granjas de cerdos allí donde vaya a pasear, así que permitirme hablar de ello para empezar el año. La industria porcina ha cogido mucha importancia en la zona debido a una cierta tradición, la permisiva legislación y el tejido de empresas y derivados que se ha creado (como por ejemplo Tarradellas). Una importancia que te obliga a convivir con olores y sensaciones poco agradables y que te hacen reflexionar sobre el excesivo consumo de carne.
Dinero fácil, condiciones pésimas
Para ganar dinero con el cerdo debes tener unos cobertizos cerrados y ciertas hectáreas de tierra para tirar los purines que los animales generan. Pero gracias a ciertos sistemas automatizados, no es necesario ni darles de comer manualmente, ya que los silos se encargan de distribuir periódicamente el pienso de soja transgénica (que viene de Brasil o Asia). Los cerdos viven en espacios cerrados, sin acceso a luz directa en ningún momento, duermen sobre cemento y bajo uralita (quién fuera cerdo, eh!). Ayer miraba esos tejados de uralita (tan tóxica y tan prohibida cuando se manipula) y no es difícil pensar que nos llegan pequeñas partículas de este material sin demasiada dificultad. No tiene que ser sano comer una carne que el único momento que está al aire libre es durante el camino al matadero…
Por cierto, si os fijáis, suele haber este tipo de contenedores en los exteriores de estas granjas. Aquí depositan todos los cerdos que mueren en la granja, ya sean muy pequeños o bien grandotes. Durante unos días están aquí, hasta que un camión del Departamento de agricultura y ganadería se lleva los cadáveres a incinerar. Desgraciadamente no han sido pocas las veces que he visto algún perro tirar de un cerdo que estaba sobresaliendo del contenedor, sin duda una sensación bastante desagradable.
Los cerdos en la permacultura
Los cerdos son animales salvajes que viven en los bosques, como los jabalíes. Y necesitan socializarse, escarvar, caminar y hacer lo que suelen hacer los cerdos felices. En Permacultura existen varios proyectos exitosos que han intentado emular al cerdo en libertad.
Un día hablaremos del manejo holístico, pero a modo superficial, me gustaría apuntar que los cerdos son muy importantes para ciertas labores en el campo. Uno de los principales es su capacidad para arar y abonar la tierra. Hay una técnica de arado que consiste en soltar vacas y caballos al principio (para que coman la hierba alta), para después cambiarlos por cabras y ovejas. Éstas comen la hierba más baja e incluso algunos matojos o arbustos que no han comido las vacas. Pero los que culminan la obra suelen ser los cerdos, auténticos tractores que remueven la tierra hasta la saciedad y la abonan con sus excrementos. También es interesante tirar algunos granos de maíz por la zona a arar, de manera que los cerdos lo busquen con interés debido a su potente olfato.
Bosques de alimentos para cerdos
Bill Mollison escribió su experiencia en una explotación porcina en la india. Allí había una estación gubernamental de explotación porcina dirigida por hindúes que utilizaban 27 hectáreas para producir grano. Aconsejados por occidentales, la granja producía cantidades exageradas de estiércol. Bill Mollison diseñó un bosque frutal en las cercanías, aprovechando un árbol del pan existente y plantando papayas y plataneros alrededor. Con los frutos se daba de comer a los cerdos en libertad, y además las defecaciones regeneraban la tierra. El resultado fue exportación de carne de cerdo, excedente de papayas y plátanos e incluso había todavía áreas en que se plantaba grano.
Los cerdos en libertad de Joel Salatin
Joel Salatin, uno de los permacultores más importantes del mundo que gestiona Polyface Farms muestra en sus vídeos cómo pastorea los cerdos. Los animales disfrutan del bosque, de sus alimentos y se dedican a vivir con dignidad y placer (ver vídeo adjunto, minuto 2:10 segundos)
Conclusiones
Replantearse cualquier sistema establecido es algo necesario para mejorar nuestra calidad de vida. La industria porcina necesita revitalizarse y cambiar su modo insostenible de producir carne. Ya sea mediante bosques de alimentos o pastoreo, todo son nuevas opciones que hay que contemplar.
La imagen que adjunto es de una parte de los campos que tiene a su disposición la granja de cerdos de la fotografía inicial. No os imagináis otra manera de aprovechar mejor el terreno, conseguir mejor y mayor producción y menor trabajo? ¡Pues eso consigue la permacultura!
1 comentario
Camino nos queda por recorrer, a ver si nos da tiempo y vamos sensibilizando cada vez a más gente. Ánimo