Acabo de despertarme apenas hace unos minutos. Soñaba que estaba en una gran sala y que anunciaban una gran tormenta. Las personas iban llegando y alegres se daban fuertes abrazos mientras yo pensaba quién eran y por qué estaban en casa. Reunidas, más tarde mostraban ordenadamente fotografías de sus fincas y el cambio que habían sufrido debido al aumento de temperaturas. Comparaban sus terrenos con los de sus colindantes, y la angustia podía sentirse en sus discursos. Había un chico que compartía un suelo que tenía una serpiente negra dantesca, y no podía casi ni pronunciar palabra. En ese instante he despertado de la extraña duermevela…
Imagino que lo ocurrido es un compendio de lo que viví anoche. Hablaba con algunos amigos acerca de cómo el Gobierno había publicado que el 80% del suelo de España está en peligro de desertificarse antes de 100 años.. (fuente) y que esto no será portada durante días de los medios de comunicación, ni creemos que haya opción de cambiarlo. Por supuesto el causante es el cambio climático…
Pero no, eso no es cierto. Por mucho que haya personas que nieguen la relación entre la acción del ser humano y el efecto climático, nadie puede negar que el problema más sangrante que debemos afrontar en el futuro es la erosión de nuestros suelos. Los suelos, son la base sobre la que sustenta toda nuestra vida y a los que no damos importancia porque no nos explican qué está sucediendo realmente. El suelo es el margen finito que separa el oxígeno del carbono sólido, que con apenas 20 centímetros es capaz de convertir la energía solar que permanentemente recibimos, en carbono y con ello invocar una cascada infinita de depredadores depredados evolucionando en puro mutualismo. Un margen tan equilibrado y evolucionado durante millones de años, que no se han atrevido a contarnos lo que le estamos haciendo y las consecuencias que tiene.
La gran mentira diaria que sufrimos es la base de toda economía: la agricultura actual es un modelo de cartón y piedra que no se sustenta en ninguna regla física perdurable. Es puro maquillaje, no estamos trabajando en los seres que transportan la fertilidad futura al medio alcance, ni la del medio alcance al presente. Los microorganismos, encargados de relacionarse y transformar sustancias beneficiosas para las plantas, son los grandes seres en peligro de extinción de nuestro siglo. Y los matamos porque cada vez que aramos, enterramos la vida que necesita oxigeno y exponemos al Sol y al oxigeno, los microorganismos que no lo necesitan. Esta acción desencadena una serie de reacciones químicas, pero además desestructura los suelos y permite que las próximas lluvias y vientos, se lleven toneladas de tierra por hectárea de todos nuestros campos labrados. Tierras que acabarán en los ríos, mares y presas, creando un enorme problema derivado para las futuras generaciones, pues estamos colmatando otros ecosistemas con nuestras comidas diarias.
En algún momento dejamos en manos corruptas toda la formación de nuestro sector más básico, la agricultura, y siguen escondiendo gran parte de la realidad agroecológica del sector y sus efectos. Nos hemos acostumbrado a ver llanuras de nula biodiversidad que se sostiene debido a la muerte constante de seres en el subsuelo y por encima. Herbicidas, fungicidas y abonos solubles son la base de nuestra alimentación. Nutrientes exportados de otros lugares para ocultar el desastre que hacemos cada vez que aramos. La FAO hace años que denuncia las pérdidas constantes de hectáreas por persona debido al arado de la tierra. Pero caso omiso, como en tantas otras advertencias…
Así que básicamente, hemos llegado a un callejón sin salida. O como decía alguien, vamos disfrutando del paisaje mientras dirigimos nuestro coche hacia un acantilado. No me preocupa el futuro de la Tierra, sé que podrá recuperarse con millones de años. Me preocupa el futuro que estamos dejando a las futuras generaciones (ya nuestras hijas e hijos y los que vendrán después), que seguro sufrirán nuestra mentira y estudiarán cómo nos engañaron durante tanto tiempo y de qué manera participamos en esta gran gran GRAN estafa.
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